La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, recordó ayer a la Iglesia católica que las "aportaciones generosas" que le han hecho los distintos gobiernos no se mantendrán indefinidamente y que ya es hora de que se cumpla el compromiso eclesial de autofinanciarse firmado hace 26 años. "Las aportaciones ya no pueden ir a más, tendrán que ir a menos", dijo.

La número dos del Ejecutivo no precisó una fecha para debatir el asunto en el Parlamento y poner fin a la situación. Ahora el Estado otorga al año unos 35 millones de euros extras, además de la liquidación del 0,52 % del IRPF fijado por ley cuando el declarante marca esta casilla. Esta partida ascendió en el 2004 a 105,6 millones. Además, las subvenciones a colegios católicos superaron los 3.000 millones.

La vicepresidenta reiteró, en declaraciones a la SER, que los motivos alegados por los convocantes de la manifestación contra la LOE no se corresponden con lo que dice la ley. En su opinión, "o hay falta de información o se usa la educación como ariete para desgastar el Gobierno". "No se entiende que se diga que en España hay peligro de que no haya enseñanza de religión ni libertad religiosa. No hay ningún país en toda la UE donde la Iglesia católica sea mejor tratada", defendió.

Según el secretario general del episcopado, Juan Antonio Martínez Camino, no hubo acuerdo en tres puntos que la Iglesia considera "esenciales": el reconocimiento y tutela efectiva de la libertad de enseñanza tanto para los padres como para los centros; que no quedaba suficientemente claro qué es la asignatura de Educación para la Ciudadanía y el estatuto académico de la enseñanza de la Religión.

No obstante, confió en alcanzar un "acuerdo de mínimos" sobre educación durante la tramitación de la ley y pidió responsabilidad a la Iglesia y al PP.