Los laboratorios farmacéuticos deberán informar de los efectos adversos inesperados que ocasionen los medicamentos a lo largo de su vida comercial. La medida, dirigida a reforzar el sistema de farmacovigilancia, forma parte de la ley del medicamento, cuyo anteproyecto fue aprobado ayer por el Consejo de Ministros y que entrará en vigor antes del próximo verano.

La norma sancionará con hasta 90.000 euros a los farmacéuticos que dispensen medicinas sin receta. También reordenará el sector e intentará controlar el crecimiento de la factura farmacéutica, de 9.886 millones de euros en el 2004.