La supervivencia del atún rojo seguirá en precario. La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico, acordó ayer, después de diez días de intensas negociaciones, una reducción meramente simbólica de la cuota pesquera de esta especie amenazada. En lugar de 13.500 toneladas se podrán pescar 12.900 anuales. La presión de la Unión Europea --con la mayor flota pesquera-- y de Japón --su demanda para elaborar sushi es la principal causa de la sobreexplotación del rey de los túnidos-- pesó más en la balanza de los 48 países miembros de la comisión que el grito de alarma lanzado por los ecologistas. Las asociaciones naturalistas reclamaban una drástica reducción de las capturas que iba desde el veto total hasta un cupo máximo de 6.000 toneladas anuales.

De "negativa" y "puramente cosmética" calificó ayer Sergi Tudela, portavoz de WWF, la decisión de la ICCAT, que solo reduce las capturas un 5% al año para el 2011 y el 2012, cuando se revisará de nuevo la cuota. La asociación Oceana consideró el acuerdo como "un fracaso total en la protección del atún rojo y el pez espada". "Somos pesimistas en cuanto a las posibilidades de recuperar las reservas de la especie", lamentó Tudela. Estas se han reducido un 85% en los últimos 30 años.