El ex vicepresidente de Estados Unidos y Nobel de la Paz, Al Gore, acusó hoy a su país de ser el principal obstáculo al avance de las conversaciones en la Conferencia de Bali pero vaticinó que Washington cambiará de postura tras las elecciones de 2008.Gore defendió la adopción de límites específicos y obligatorios a las emisiones de gases contaminantes y apostó por adelantar en dos años, al 2010, el nuevo acuerdo sobre cambio climático que se empezará a negociar en 2008 y cuyas bases se concretan en Bali. "Debemos salir de aquí con un mandato claro", dijo Gore en el marco de la XIII Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se clausura mañana en la isla de Bali (Indonesia).

Al contrario del parecer de Gore, la delegación de EEUU que participa en la reunión se mantiene firme en su negativa a hablar de números sobre la reducción de emisiones de gases contaminantes y propone un acuerdo "flexible" que incluya a todos los países y objetivos generales a medio y largo plazo. "No puedo prometerles que quien salga elegido (en los comicios de noviembre en EEUU) defenderá mis posturas, pero es muy probable que así sea", manifestó Gore, en un discurso plagado de referencias a líderes mundiales históricos como Mahatma Gandhi, Winston Churchill o Abraham Lincoln o clásicos de la literatura como Bertolt Brecht, Charles Dickens o George Orwell.

Todos los candidatos demócratas y parte de los republicanos a la presidencia de Estados Unidos se han mostrado partidarios de ratificar el Protocolo de Kioto si obtienen la victoria en noviembre de 2008.

Gore calificó el calentamiento global de "urgencia planetaria" y afirmó que corresponde a esta generación, y no a la próxima, luchar contra el problema porque tiene el "imperativo moral" de hacerlo. "Los científicos nos han advertido de lo que iba a suceder" y aún así los responsables políticos hicieron caso omiso, indicó Gore, quien comparó esta actitud con la que Europa adoptó con la llegada al poder de Adolf Hitler y el III Reich en Alemania. "No podemos retroceder, ya es demasiado tarde", afirmó el recién distinguido con el Nobel de la Paz junto al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU.