En el año 2022, dos estrellas que orbitan juntas en la constelación del Cisne o Cygnus se fundirán y ello ocasionará una gran explosión -una nova roja luminosa- que será visible desde la Tierra, según muestran las previsiones astronómicas elaboradas por profesor Larry Molnar y sus estudiantes en la Universidad de Calvin (Grand Rapids, EEUU). La estrella binaria se encuentra a 1.800 años luz de la Tierra.

La predicción de Molnar, que el profesor propuso de forma teórica en el 2015, se está cumpliendo en la realidad, según la informado la universidad en un comunicado. "Hay una posibilidad entre un millón de que se puede predecir una explosión", señala satisfecho Molnar.

Concretamente, se espera que la actual estrella binariaaumente su brillo unas 10.000 veces y, durante aproximadamente un año, sea una de las estrellas más brillantes del firmamento. De este modo, será visible como parte de la constelación del Cisne, y añadirá una estrella al patrón estelar reconocible de la llamada Cruz del Norte.

En el análisis han participado también colegas del Observatorio de Apache Point (Karen Kinemuchi) y de la Universidad de Wyoming (Henry Kobulnicky).

Molnar comenzó a monitorear la estrella conocida como KIC 9832227 en el 2013. Asistía a una conferencia cuando su colega Karen Kinemuchi presentó su estudio de los cambios de brillo de la estrella, que concluyó con una pregunta: ¿Es pulsante o binaria?. En la misma conferencia se encontraba el entonces alumno Daniel Van Noord,asistente de Molnar, que se tomó la pregunta como un desafío personal y comenzó a observarla.

"Miró cómo el color de la estrella estaba correlacionado con el brillo y determinó que era definitivamente una binaria", explica Molnar. De hecho, descubrió que en realidad era una estrella binaria de contacto, porque ambas comparten una atmósfera común.

MODELO DE CÁLCULO

"A partir de ahí, Van Noord determinó un período orbital preciso a partir de los datos de satélite de Kepler de Kinemuchi (poco menos de 11 horas) y se sorprendió al descubrir que el periodo era ligeramente inferior al mostrado por datos anteriores", continua Molnar.

Este resultado les recordó el trabajo publicado por el astrónomoRomuald Tylenda, que había estudiado los archivos de observación para ver cómo otra estrella (V1309 Scorpii) se había comportado antes de que explotara inesperadamente en el 2008 y produjo una nova roja (un tipo de explosión estelar recientemente reconocido como distintos de otros tipos). El registro de preexplosión mostró un sistema binario de contacto con un periodo orbital decreciente a una velocidad de aceleración. Para Molnar, este patrón de cambio orbital fue una 'piedra de Rosetta' para interpretar los nuevos datos.

Molnar observó que este descenso de velocidad se producía tambIén en el 2013 y el 2014, y al año siguiente presentó sus resultados a laSociedad Astronómica Americana, señalando que KIC 9832227 puede seguir los pasos de V1309 Scorpii. En los dos años posteriores, Molnar y su equipo exploraron todas las interpretaciones alternativas a su conclusión y las descartaron.

"En conclusión, pensamos que nuestra hipótesis de la estrella de la fusión debe ser tomada en serio en este momento y deberíamos emplear los próximos años para estudiar qué llevó a esa explosión, si es que se produce", señala el científico.

Por ello, seguirán observando la estrella con diferentes telescopios espaciales. "Si la predicción de Larry es correcta, su proyecto demostrará por primera vez que los astrónomos pueden capturar ciertas estrellas binarias en el momento de morir, y que pueden rastrear los últimos años de una espiral estelar de la muerte hasta el punto final, dramático de la explosión", añade Matt Walhout, decano de investigación en Calvin.

SE VA A ILUMINAR

Walhout subraya, además del hallazgo científico, su capacidad para captar la imaginación de las personas de a pie. "Si la predicción es correcta, entonces, por primera vez en la historia, los padres podrán señalar a un punto oscuro en el cielo y decir: 'Mirad, niños, hay una estrella escondida allí, pero pronto se va a iluminar'", asegura.

Por su parte, Molnar añade que este es el principio de una historia que se desarrollará a lo largo de los próximos años y que gente de todos los niveles puede participal. "El tiempo orbital puede ser observado por astrónomos amateurs --asegura--. Es sorprendente el equipamiento que tienen estos astrónomos hoy en día".