Este año, por cada 100.000 habitantes hay 189 que padecen gripe, según datos del Ministerio de Sanidad. Esta cifra supone que la incidencia de esta epidemia es 20 veces mayor que en el 2002 y una de las más elevadas de los últimos 10 años. Esta virulencia de la enfermedad preocupa seriamente al ministerio, que recomienda una mayor vigilancia no solo por la parte sanitaria, sino también por parte de las personas, sobre todo en prevención.

Durante la última semana en Catalunya se han detectado los primeros casos en adultos, lo que ha provocado una mayor actividad en ambulatorios y hospitales. Las urgencias pediátricas han aumentado un 15% y las hospitalizaciones de ancianos un 10%.

Los primeros adultos afectados por la gripe en Catalunya son personas de entre 18 y 45 años que no se habían vacunado, explicó el director de planificación del Consorcio Sanitario de Barcelona, Alex Guarga.

La ministra de Sanidad, Ana Pastor, aseguró ayer que su departamento lleva a cabo un seguimiento de la actuación de los servicios de urgencia. Pastor reconoció que la epidemia "está impactando en el funcionamiento de los servicios sanitarios" y que existe "un alto índice, sobre todo en los hospitales de referencia".

La virulencia de la gripe se debe a la aparición de una nueva cepa. El director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, José María Martín Moreno, especificó que la cepa Flu Yang --denominada también H3N2-- "circula de forma más agresiva no sólo en España sino en otros países europeos como Irlanda, Reino Unido y Noruega", pero añadió que la situación no es nada alarmante.