La expansión incontrolada de la gripe aviar fuera de su actual bastión en el sureste asiático es una amenaza real si se tiene en cuenta que el virus ha sido localizado en miles de aves silvestres muertas en el lago Qinghai (China), un importante centro exportador de aves migratorias, según advierten sendos informes que hoy publican las revistas Science y Nature. Las aves vuelan muy lejos, en ocasiones miles de kilómetros, lo que podría llevar el virus de la gripe aviar, el H5N1, hasta las granjas avícolas de otras regiones y provocar una gran pandemia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a China a acelerar sus exámenes de gansos, patos y otras aves tras detectarse que el virus había acabado con al menos 5.000 ejemplares en el remoto lago Qinghai, una gran reserva natural clave para la multiplicación de aves migratorias que luego pasan el invierno en el sureste de Asia, el Tíbet, la India y hasta Australia. La ONU presentó un plan para su erradicación en diez años.

Robert Webster, especialista del Hospital Saint Judas, de Memphis, dice en Nature que el virus detectado en Qinghai presenta diferencias genéticas con el virus que ha infectado a seres humanos en Vietnam, pero agrega que posiblemente sea "un primo hermano".