Unas 300 personas han fallecido en España a causa de la gripe A(H1N1) desde que hace quince meses se detectó la enfermedad hasta hoy, cuando la OMS ha decretado el final de la pandemia.

El número de fallecimientos es muy inferior a los casi 8.000 que cada año provoca la gripe común o estacional.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado hoy el final de la fase de pandemia de gripe A, catorce meses después de haber declarado el máximo nivel de alerta por la aparición de este virus, que ha matado a unas 19.000 personas.

CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA EN ESPAÑA

En España se han registrado unos 300 fallecimientos, 4.000 personas enfermaron de gravedad y un millar han tenido que ser ingresadas en unidades de vigilancia intensiva, según datos de Sanidad.

La incidencia más alta de la enfermedad se alcanzó el pasado mes de noviembre, cuando la tasa se situó en 372,70 casos por cada 100.000 habitantes, aunque ha ido perdiendo relevancia progresivamente hasta ser prácticamente nula desde el pasado mes de febrero.

Hasta ese mes se habían vacunado solo tres millones de personas, de los aproximadamente diez millones que formaban parte de los grupos de riesgo.

Según los últimos datos actualizados de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, en las últimas dos semanas no se ha notificado ningún caso nuevo de virus de la gripe A.

El último de los casos correspondientes a la nueva gripe se notificó desde Asturias en los primeros días de julio, y desde entonces solo se han detectado casos esporádicos de la gripe común.

13,5 MILLONES DE DOSIS

Para hacer frente a la pandemia España adquirió 13,5 millones de dosis, aunque solo se han utilizado unos tres millones, y el Gobierno anunció que iba a donar cuatro millones a la Organización Panamericana de la Salud, por lo que quedarían almacenados unos seis millones de dosis.

El primer caso diagnosticado en España y en la UE se registró en Almansa (Albacete) en abril del pasado año y fue el de un hombre que había viajado a México.

Durante las semanas siguientes se sucedieron las noticias sobre brotes de la enfermedad, en campamentos o en acuartelamientos, y el primer fallecimiento llegó el 30 de junio de 2009.

Se trató de una mujer marroquí de 20 años que murió en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid; un día antes había sido sometida a una cesárea para salvar la vida del niño que esperaba, al que no le transmitió la enfermedad, pero que murió por un error profesional días después en el mismo centro.