El siglo XXI parece que va a enterrar definitivamente los tradicionales y arcaicos roles hombre-mujer. Un ejemplo --posiblemente minúsculo, pero también significativo-- lo pone Tatiana Fernández Bernal, una adolescente de 14 años que vive en Monroy y que, sin lugar a dudas, prefiere que le regalen balones antes que muñecas. Sin darse cuenta se ha convertido en portera de la selección extremeña infantil de futbol sala.

La chica estaba ya decidida a romper moldes desde muy pequeña, cuando elegía sobre todas las cosas jugar al fútbol en las canchas y calles de su pueblo. "Ha jugado con sus muñecas, pero sobre todo lo que quería que le comprásemos era material deportivo. Ha tenido muchos balones, ropa de futbolista, botas... Además, se pasa las horas viendo los partidos por televisión. Es su pasión", cuenta, con orgullo indisimulado, su padre, Andrés Fernández, que también fue guardameta en su día a nivel aficionado.

A tanto ha llegado su entusiasmo que, sin estar federada, superó las pruebas y se convirtió en pieza fundamental de la selección extremeña de fútbol sala que ha disputado recientemente el Campeonato de España en Villaviciosa de Odón (Madrid). "Ganamos dos partidos y perdimos otros dos. Al final quedamos octavas en la clasificación, pero lo pasamos realmente bien", recuerda Tatiana.

La clave para obtener un alto nivel ha sido que, en realidad, siempre ha jugado con y contra niños sin ningún tipo de distinción. Según cuenta, únicamente hay otra niña en toda esa zona de los cuatro lugares que también practica fútbol, su buena amiga Carolina Collado, que también consiguió un sitio en la selección extremeña.

"Me divierto mucho jugando al fútbol. Es lo que más me gusta en el mundo y realmente no noto la diferencia jugando contra chicos. Incluso a veces he estado en partidos en los que han participado personas mayores", revela Tatiana.

Estudia 3º de la ESO y su interés por el deporte rey no la ha hecho despistarse. Sus notas en el pasado curso fueron buenas. "Me gustaría ser profesora de Educación Física y futbolista", afirma. Entre sus ídolos pueden encontrarse Carles Puyol --y es que también a veces abandona la portería para ser jugadora de campo-- e Iker Casillas, aunque su tesoro más preciado es una toallita del meta titular del Barcelona, Víctor Valdés, que le consiguió un familiar cercano.

Tanto ella como su padre lamentan que el fútbol femenino en la comunidad aún tengan mucho terreno para mejorar. De hecho, no hay apenas equipos en su comarca.

Para empezar a jugar a nivel federado, Tatiana ha recibido con agrado el interés que le ha llegado desde Trujillo por incorporarla, aunque la opción preferible es que encuentre un conjunto en Cáceres para que los desplazamientos resulten más sencillos.