La Guardia Civil del aeropuerto de Barajas destruyó más de 109.000 relojes falsificados (ver foto), que fueron intervenidos en una operación que se inició hace cuatro años y en la que se retuvo a los receptores y distribuidores de ocho toneladas de mercancía, cuyo destino final era la Costa del Sol y el levante español. La operación culminó el jueves.