Un mujer de 45 años murió ayer por la mañana en su vivienda de Vila-real (Castellón), estrangulada supuestamente por su compañero sentimental, un guardia civil en la reserva que ha sido detenido poco después del suceso por la Policía Nacional.

Vecinos de la pareja manifestaron que el detenido, un hombre de mediana edad, alto y con bigote, sufría una "depresión", y que cuando lo sacaron esposado de la vivienda parecía transtornado, llevaba "el pelo alborotado" y tenía aspecto "de loco". Asimismo, una vecina aseguró que sobre las ocho de la mañana oyó "gritos y correr por el piso", pero no le dio importancia porque pensó que eran unos niños de otra vivienda.

La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Vila-real ha condenado el "asesinato de una nueva víctima de la violencia de género" y ha señalado que este tipo de violencia supone "una grave violación de los derechos humanos, y por eso la sociedad no ha de mantenerse al margen de estos hechos". Esta mujer se ha convertido en la víctima de violencia de género número 44 de este año, dos más que las registradas en los siete primeros meses de 2006.