Las dos cajas negras del MD-82 llevan varios días en un laboratorio de Farnborough, un pueblo cercano a Londres, donde los técnicos recuperan con minuciosidad su contenido. Los investigadores confían en que se podrán recuperar unos datos que después habrá que interpretar. Los agentes de la Guardia Civil se han ofrecido a limpiar de la grabación de la cabina cualquier sonido que dificulte la comprensión.