Los servicios de socorro que trataban de hallar más cuerpos sepultados por un alud de lodo y rocas en las proximidades del lago Atitlán explicaron ayer que las víctimas mortales provocadas en Guatemala por las lluvias de la tormenta Stan pueden superar las 3.000. Bajo una lluvia pertinaz, evacuaron a unos 400 turistas de la aún peligrosa región, mientras los pocos vecinos supervivientes de la aldea de Panabaj, que seguían cavando con aperos de labranza para hallar más desaparecidos, se resignaban a que la zona quedara convertida en un gran camposanto.

Panabaj era una pintoresca comunidad de labradores y pescadores mayas de la etnia Tz´utujil situada en una de las laderas del volcán, sobre el lago Atitlán, un importante centro turístico del país. Contaba con unas 1.500 casas en las que vivían más de 4.000 personas. El lugar quedó completamente soterrado e incomunicado por tierra. Los socorristas y millares de indígenas de las comunidades vecinas que trabajaron hasta con las manos tan sólo pudieron rescatar los cadáveres de 71 personas, entre ellos los de 30 niños.

Según una funcionaria de la fiscalía de derechos humanos, "sacaron de diez en diez los cadáveres, ya en estado de putrefacción, y en seguida, para evitar epidemias, los metieron en cajas de madera rústica y los enterraron en fosas comunes".

"ES UN CASTIGO DE DIOS" En medio de la desolación, los afectados de la zona lamentaban que la ayuda gubernamental no hubiera llegado aún a las docenas de poblados afectados en torno al lago. El mal tiempo impedía el tráfico aéreo, y las carreteras seguían intransitables, cortadas por los aludes. Sin embargo, diversas ONG y voluntarios sortearon las dificultades para llevar agua, comida y medicinas.

Un indígena de la vecina localidad de Pachichaj dijo: "Es un castigo de Dios, porque el hombre no respeta ni al hombre, al que mata, ni a la naturaleza, de la que derriba los árboles".

Para contribuir a mejorar la situación, Madrid enviará el martes 24.000 litros de agua potable a Guatemala y El Salvador, dos de los países afectados por el paso, innformó a Efe el consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada, quien dijo que la ayuda se completará con el envío de una potabilizadora de agua.