Los ritmos africanos sonaron anoche en el castillo de Windsor. Abandonando momentáneamente lanzas y dardos envenenados, las tribus de los Windsor y los Spencer, que no se habían vuelto a ver desde el tenso funeral de Diana de Gales, festejaron juntos el aniversario del príncipe Guillermo, que ayer cumplió 21 años. La velada, a la que asistieron 300 personas, estuvo inspirada en la película Memorias de Africa.

A los invitados se les pidió que llevaran una indumentaria acorde con el continente negro. Más que taparrabos a lo Tarzán, se esperaba mucho encaje victoriano para ellas y uniformes de corte colonial para ellos. Los estampados de leopardo eran la opción más sexy para las jóvenes amigas del príncipe.

La música estuvo a cargo de una banda expresamente llegada de Bostswana, Shakarimba, que Guillermo conoció en Africa hace cuatro años, y el príncipe se animó incluso a tocar (foto).