Palmeros de Elche, talleres de túnicas y capirotes, cereros o constructores de tambores en Calanda. Negocios con la cuenta de resultados pendiente exclusivamente de la Semana Santa, que ponen a punto la gran representación que comienza el Domingo de Ramos y acaba el de Resurrección.

Hacen el agosto unos años en marzo y otros en abril, ya que la Semana Santa es movible en función de las lunas: el Domingo de Pascua se celebra el domingo siguiente a la primera luna llena tras el equinoccio de Primavera (21 de marzo), según las normas fijadas por el Concilio de Nicea en el año 325.

Los mayores beneficiarios de la Semana Santa, los hosteleros, prevén para este año una ocupación media del 85% y esperan que en Andalucía y Canarias se roce el "lleno técnico" en los días festivos, según datos de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).

Tiempo de ocio para algunos y de oración para otros que comienza hoy, Domingo de Ramos, cuando iglesias, balcones y procesiones lucirán cientos de miles de palmas blancas, cuidadosamente cosechadas en los palmerales de Elche.

La palma blanca

Pascual Serrano, uno de los tres grandes productores ilicitanos de esta planta, explica que anualmente hace 150.000 palmas y otras 20.000 trenzadas. Una cifra similar hacen los otros dos grandes cosechadores de la zona, aunque es difícil calcular el total de la producción anual debido a la proliferación de pequeños y medianos productores, subraya.

Las ventas --afirma-- han disminuido ligeramente en los últimos años porque "hay muchos extranjeros que no quieren saber nada de la Semana Santa", pero "las abuelas españolas siguen comprándolas para sus nietos". Las palmas, que viajan a toda España, valen 7 euros. "la más bonita y la más blanca" de unos tres metros, como la que su primo, otro productor, entregó el pasado martes a los Reyes.

Cofradías y Hermandades tienen ya a punto túnicas y capirotes, cíngulos y escudos. Los pasos y tronos se engalanan con flores, velas y cirios, al tiempo que los costaleros tienen preparados sus costales, alpargatas, fajines y pantalones característicos. Entre 140 y 500 euros vale una túnica de nazareno, aparte el capirote y otros complementos, explica a Efe María del Río que regenta la antigua Casa Rodríguez de Sevilla, abierta todo el año.

Los precios dependen de los tejidos, los más baratos los de poliéster y el más caro el de la Hermandad de la Esperanza de Triana. Menos resistente y más barato es el atuendo de costalero, que se renueva casi anualmente. El costal, un protector para amortiguar el peso que recae en las cervicales, cuesta entre 13 y 30 euros. Y otros 30 euros para alpargatas, faja y pantalón que completan el equipo, confeccionado con telas de panamá, lino y arpillera y que en los últimos años, en Sevilla, se ha puesto de moda en distintos colores.

Un sector donde no caben las modas es el de la cerería. "El negocio de las velas y los cirios pasa por un momento difícil, debido a la subida de los precios del petróleo", explica Carmen Portillo, portavoz de la cerería Zalo, dedicada a este negocio desde 1724.

Balcones y torrijas

Ngocios que requieren un esfuerzo de todo el año y que conviven con los que se desarrollan estrictamente los días de la Semana Santa como la elaboración de dulces típicos: torrijas y monas de Pascua, o el alquiler de balcones o terrazas en sitios privilegiados.

Según las ofertas de internet, una terraza para diez o quince personas en la calle Sierpes de Sevilla está a 5.000 euros del 15 al 22 de marzo; 2.000 euros a la semana un balcón en Málaga para 8 ó 10 personas; 150 euros por día y balcón para tres personas en la calle de la Rúa en León, y entre 450 y 500 euros un balcón y dos ventanas para 10 personas en la plaza del Salvador en Cuenca para ver la procesión de Las Turbas.

El Gremio de Pastelería de Barcelona calcula que en esta campaña se comerán 660.000 monas de Pascua en Cataluña, donde según la tradición, los padrinos las regalan a sus ahijados el lunes de Pascua. Y en las diez tiendas que la pastelería Mallorca tiene en Madrid, venden 5.000 torrijas en un día normal de la Semana Santa, cifra que asciende a las 10.000 el Jueves, Viernes, Sábado y Domingo, según la empresa.