La Policía neozelandesa informó hoy de que halló el cadáver de una mujer asiática en un coche en Auckland (Nueva Zelanda), y que podría tratarse de la madre de la niña de tres años que su padre abandonó el sábado pasado en una estación de ferrocarril en Australia.

El vehículo se encontraba aparcado ante el domicilio de la niña, pero la Policía no ha revelado a nombre de quién estaba matriculado.

Agentes australianos, estadounidenses y neozelandeses buscan a Michael Nain Zin Xue, de 54 años, y a Annie Anan Liu, de 27 años, los padres de la pequeña Qian Xun Xue que fue abandonada en una estación de Melbourne (Australia).

La madre fue vista por última vez a las cuatro y media de la tarde del 11 de septiembre pasado cuando acudió a la guardería de Auckland para recoger a su hija.

Su coche apareció aparcado en el aeropuerto de Auckland, pero no se ha descubierto su nombre en las listas de pasajeros de ningún vuelo. De ese aeropuerto sí salieron la semana pasada Michael Xue y su hija hacia Melbourne, donde dos días más tarde el padre abandonó a la pequeña en la estación de Southern Cross, como ha quedado grabado en las cámaras de vídeo del recinto, y, según se cree, salió de Australia el mismo día en un vuelo hacia Estados Unidos.

Michael Xue tiene un historial de malos tratos y abusos que llevó a su esposa a pedir, en el último año, varias órdenes de protección a la Policía neozelandesa, que le fueron concedidas.

Hace unos meses se decidió a abandonar a su marido e ingresó en un centro de acogida de mujeres maltratadas. En ese establecimiento, Annie Liu dejó dicho que se marchaba a China para reunirse con su familia.

Antecedentes violentos

Según las autoridades neozelandesas, Michael Xue es un hombre violento con antecedentes penales por asaltar violentamente a su esposa. Otra hija del marido, una joven de 20 años que figuraba en la lista de desaparecidos desde hace cinco años, se ha puesto en contacto con la Policía neozelandesa y está cooperando en la investigación.

En Melbourne, al cuidado de una familia adoptiva, espera un desenlace Qian Xun Xue, a quien los medios australianos han puesto el apelativo cariñoso de "calabaza" por la ropa que llevaba cuando la abandonaron.

Se espera que su abuela materna, Liu Xiao Ping, residente en China, viaje a Australia para recogerla, pero por si acaso las ofertas de adopción no cesan de llegar a las policías de Auckland y Melbourne.