El cuerpo de Fabiola Fernanda Urzúa, la adolescente chilena de 15 años que desapareció el jueves de la semana pasada cuando iba camino de su casa en el municipio tinerfeño de Arona, fue encontrado ayer enterrado a dos kilómetros de su domicilio. Fue el supuesto autor del crimen el que, tras ser interrogado el miércoles indicó el lugar en el que estaba el cadáver. El hombre, Héctor Fabio F. G., colombiano de 28 años residente en la isla desde septiembre del 2003, ya fue detenido un mes después de aterrizar en Tenerife por el intento de secuestro de una mujer extranjera con intenciones sexuales, pero no quedó imputado judicialmente.

Tras conocerse la trágica muerte de Fabiola Fernanda, el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, se apresuró a afirmar que no existe en el archipiélago "ninguna red organizada en el secuestro de niños", pese a que otros dos menores están desaparecidos.

Segura negó toda vinculación del caso con el del niño de 7 años Yeremi Vargas, desaparecido el 10 de marzo cuando jugaba con unos amigos en Vecindario, en Gran Canaria, y con el de Sara Morales, de 14 años, que fue vista por última vez cuando salió de su casa en la capital grancanaria el 30 de julio del 2006.

BAJO RAMAS Y PIEDRAS El general jefe de zona de la Guardia Civil, Miguel Martín, avanzó que el cuerpo de Fabiola presentaba signos de haber sufrido abusos sexuales. Estaba semienterrado en la intersección de una carretera local cubierto por ramas y piedras, en una zona que ha- bía sido rastreada en tres ocasiones por los equipos de búsqueda.

Tras ser vigilado durante cinco días como principal sospechoso, el joven fue llevado a comisaría para ser interrogado. Según explicó el general Martín, los agentes seguían la pista de un todoterreno azul que había sido visto por la zona tras la desaparición de la muchacha.

Horas antes de la detención, la policía local retiró el vehículo del sospechoso y, en su interior, se hallaron dos prendas de la joven, lo que permitió estrechar el cerco sobre el autor.

El mando de la Guardia Civil, que compareció ante los medios junto al delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, y el teniente coronel de la Comandancia de Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, Ricardo Arranz, informó de que había otro sospechoso de distinta nacionalidad a la española y que también fue detenido ayer y posteriormente puesto en libertad con cargos. Se trata de un rumano.