El robo de cobre se ha convertido en un negocio redondo por su elevado precio no solo para las bandas de delincuentes, sino también para sus compradores. En la lucha contra esta actividad delictiva, la Policía Nacional y la Guardia Civil llevaron a cabo ayer una operación especial en 1.010 chatarrerías de toda España que se saldó con la incautación de 103.346 kilos de cobre robado y la detención de 25 personas.

En la operación participaron 12.600 agentes, fueron identificadas un total de 1.693 personas y se detectaron 408 infracciones administrativas al examinar la documentación interna de estos centros gestores de residuos metálicos, como se denominan oficialmente.

Según informó ayer el Ministerio del Interior, los agentes identificaron a los proveedores y cotejaron las cantidades registradas en los libros con las existencias reales, así como la posible coincidencia en las fechas de entrada de materiales con las fechas de robos en la zona. También intentaron controlar posibles puntos de quema del cable robado para obtener el valioso metal.