El cadáver de la joven desaparecida en la madrugada del pasado lunes en Toén (Ourense), Laura Alonso, fue localizado ayer por la Guardia Civil en torno a las 18.30 horas en una zona de monte de este municipio, próxima al área en la que se encontraron su coche, su teléfono móvil y la chaqueta que vestía cuando se la vio por última vez.

La familia y amigos de Laura Alonso se mostraron abatidos y desesperados tras conocer la muerte de la chica.

El cadáver fue levantado por orden del juez a las 21.25 horas, según informó el coordinador del dispositivo de búsqueda desplegado en la última semana, el teniente de la Guardia Civil Javier Martín

DISPOSITIVO DE BUSQUEDA La pista de la chica, de 19 años de edad, se perdió tras salir la noche del domingo con un grupo de amigos y separarse de ellos para volver a su casa.

El dispositivo de búsqueda, que se organizó al día siguiente, encontró el coche de Laura Alonso, cerrado y aparcado, en una pista de Alongos y su teléfono móvil, sin batería y sin tarjeta en las inmediaciones del colegio de Toén.

El jueves fue hallada en la parroquia de Moreiras la chaqueta que vestía la joven la noche en la que se la vio por última vez.

El coordinador del dispositivo de búsqueda explicó en declaraciones a Europa Press que el cuerpo, que aparentaba llevar "unos días" en el lugar, fue localizado en un cortafuegos próximo a la zona en la que apareció el coche por un agente de la Guardia Civil de Ourense, que iba acompañado por "cuatro o cinco voluntarios".

EL OLOR DEL CUERPO Martín manifestó que el cadáver fue hallado por el olor que desprendía el cuerpo. Por su parte, el teniente de alcalde de Toén, Roberto Lloves, señaló que el hallazgo se realizó en una zona de difícil acceso.

A la zona, que fue acordonada, se trasladaron numerosos vecinos y los jóvenes amigos de Laura Alonso, que protagonizaron escenas de dolor y abatimiento. Algunos de ellos habían formado parte del operativo de búsqueda, incluido el novio de la chica.

La joven orensana salió el domingo por la noche con unos amigos a la localidad de A Valenzá, en el municipio vecino de Barbadás, en donde se despidió de ellos y de su pareja para volver, en su coche, un Seat Ibiza negro, al domicilio de sus padres, en la parroquia de Xestosa.