El hermetismo de un tráiler los asfixió. Más tarde, sus cuerpos sin vida fueron lanzados a la cuneta de una carretera gaditana. Los cadáveres de tres inmigrantes irregulares de origen magrebí fueron encontrados a primera hora de ayer a pocos metros de un bar de carretera. Estaban abandonados a la intemperie, junto con otro compatriota agonizante.

El viaje que habían emprendido desde algún punto de Marruecos, escondidos entre la carga de un camión, no acabó como esperaban. Anoche, los cadáveres de los tres permanecían en el tanatorio de la Línea de la Concepción a la espera de ser reclamados. El único superviviente de la expedición clandestina, un joven de 24 años, continuaba anoche hospitalizado y se debate entre la vida y la muerte.

A las 6.45 horas de ayer, un cliente del bar Merci los avistó. El local, frecuentado por transportistas, está en la autovía del Mediterráneo, muy transitada por los camiones que proceden del puerto de Algeciras. En la zona más oscura del kilómetro 134 de la A-7, a su paso por San Roque (Cádiz), el cliente vio los cuerpos tendidos en el asfalto y llamó a la Guardia Civil.

ARTESANIA MARROQUI Alrededor de los cadáveres había más de 10 cajas dispersas y cargadas con artesanía marroquí. Estos objetos, presumiblemente, formaban parte de la carga del camión en el que los sin papeles iban escondidos y en el que pasaron la frontera. Los cadáveres no presentaban signos de violencia y se encontraban secos por lo que los agentes descartaron que hubieran llegado en patera.

Durante 20 minutos, los servicios de emergencias intentaron reanimar al único magrebí que permanecía con vida. Cuando lo consiguieron, lo trasladaron al hospital, donde anoche continuaba ingresado en la UCI.

Su nivel de consciencia es muy bajo y aún no se ha comunicado con ninguno de los facultativos. Su testimonio es esencial para intentar esclarecer los hechos al ser el único testigo.

La Guardia Civil, sin embargo, maneja ya dos teorías. La primera es que accedieron al camión sin saberlo su conductor y cayeron al abrirse la puerta. La otra vincula el suceso con las mafias: el conductor los transportó a sabiendas y al conocer que algunos habían muerto asfixiados se deshizo de los cuerpos.