EL ASTROFISICO británico Stephen Hawking rindió el mejor de los homenajes posibles a Isaac Newton durante el viaje en el que experimentó la ingravidez: una manzana roja acompañó al científico en su emocionante trayecto, en el que experimentó la gravedad cero durante cuatro minutos en total. Libre de la fuerza de atracción gravitatoria, Hawking ---que lleva casi 40 años en una silla de rueda a causa de la esclerosis lateral amiotrófica-- flotó en el interior del Boeing 727 y efectuó lo que la empresa organizadora del vuelo, Zero Gravity, calificó de "ejercicios gimnásticos". Al margen de cumplir una vieja ilusión, pretendía con este vuelo promocionar las empresas privadas que ofrecen turismo espacial. J. C. B.