Catedrático de Psicología de la Universidad de Málaga, Pablo Fernández hablará esta tarde a las 19.30 horas de inteligencia emocional en el Centro de Profesores y Recursos de Cáceres. También ha aprovechado su visita para conocer cómo funcionan las experiencias con esta técnica en profesores del colegio Prácticas y de Torreorgaz.

--Habla de la inteligencia emocional en la sociedad del siglo XXI. Explique este término.

--Las emociones han sido, desde los griegos, el enemigo interior. A finales del XX, un grupo de investigadores descubrió que tenemos emociones porque es la forma de actuar más rápido en muchas circunstancias. Se trata de utilizar de forma inteligente las emociones y sacarle máximo de provecho a las intuiciones.

--¿Cree que las personas estamos hechas de emociones?

--Somos el mamífero con más matices emocionales. No se pueden meter debajo de la alfombra. Durante un tiempo las organizaciones intentaron no hacerles caso, pero es una tarea imposible. Para quien logra no exteriorizarlas, tiene unos costes terribles en salud mental y física.

--¿Cómo conecta con otras disciplinas como la autoayuda?

--Nuestra sociedad ha entrado en una crisis de valores. Ahora ya no hay grandes ideologías y la gente intenta conocerse a sí misma. Se ha montado un negocio al que sacarle partido. Hay una línea un poco difusa entre los límites de la ciencia y la pseudociencia. Con la inteligencia emocional trato de exponer que lo que se sabe ha sido demostrado.

--¿Sería capaz de describir cómo se originan las emociones?

--Se dan varias dimensiones simultáneas en la persona. La emoción está provocada por un estímulo concreto, algo que no ocurre en un estado emocional, como cuando estamos decaídos.

--¿Cómo pueden aplicarla los docentes en su trabajo?

--Las emociones son importantes y no pueden evitarlas. Hay que aprender a usarlas a nuestro favor. Les enseñamos cómo hacerlo. Dividimos la inteligencia emocional en cuatro aspectos: cómo percibimos y expresamos las emociones, cómo facilitan el pensamiento, cómo comprendemos las nuestras y las de los demás y cómo regularlas y ser capaces de gestionar las otras.

--¿Qué situaciones resuelve?

--Intentamos evitar el desgaste profesional. Los que saben utilizarla bien tienen menos despersonalización y se sienten más realizados. Es una herramienta que les puede servir para amortiguar ese desgaste.