Finalmente Víctor Chamorro dispone de su propia biblioteca, dentro de la editorial Planteamiento Editorial, que ha creado su hija, cansada de los rechazos editoriales de su padre y de que este tuviera que presentarse a premios para publicar.

"Hay grandísimas obras en los cajones", afirma el autor de La hora del barquero , con la que ganó el premio Café Gijón, y que fue publicada en el 2003 en la editorial Acantilado.

Finalista del premio Planeta en dos ocasiones en los años 60, cuatro años después dice que no ha querido insistir en esa editorial. "Estoy cansado del trato de los editores", afirma.

Así que las obras que tiene en los cajones y aquellas descatalogadas saltarán poco a poco a los estantes de las librerías.

El primer título de esta Biblioteca Víctor Chamorro es Guía de bastardos . En la solapa del primer volumen ya se anuncian los próximos: Los marqueses del infierno , Los latidos de la memoria y Zaguán de las cuatro estaciones .

¿Hay una injusticia editorial con el autor extremeño? Maite Chamorro intenta demostrarlo en las páginas previas a Guía de bastardos . Cita al profesor Eduardo Ruiz Ocaña, que en un ensayo se hace eco de la nula presencia de Ramiro Pinilla y Víctor Chamorro en los estudios de la narrativa de la época. Hoy, Ramiro Pinilla ha sido redescubierto por la editorial Tusquets, donde ha publicado la trilogía Verdes valles, colinas rojas , de ventas multitudinarias y premios similares.

El propio Chamorro habla de que "el mercado ofrece una literatura deleznable". Guía de bastardos fue "rechazada por 27 editoriales". Y esto parece entenderlo su autor. "Cada editorial tiene su cuadra de autores que suelen ser columnistas con un público hecho y que saben que van a vender, mientras que el novelista independiente anda dando tiros".

Con esta novela, Chamorro recupera medio siglo de memoria extremeña. Llega, pues, en un momento oportuno, piensa su autor, "cuando se están recuperando huesos de zanjas".

Lo que cuenta Chamorro en Guía de bastardos posiblemente no hubiera obtenido el beneplácito de la censura de la época. "Escribía sin pensar en nada, no tenía ataduras".

Traza un relato crudo, distante, de la guerra civil y de los bandos implicados en ella. Había investigado sobre la República y la guerra, supo de las matanzas que se produjeron y le quedó la obsesión de escribir una historia que incluyera estos hechos.

DOS BANDOS La guerra, explica, la causaron unas estructuras descompuestas. Gente que luchó en el bando de Franco "lo hizo por un ideal y de buena fe, como en el otro bando. Y hubo quienes hicieron la guerra según el bando en que cayeron. Yo no busco buenos y malos sino en las estructuras que corrompen a gente inocente".

En realidad, la novela es el relato de una venganza. La que lleva a cabo un hombre sin padre conocido al que busca durante toda su vida. Esta vida atravesará la propia vida extremeña anterior y posterior a la guerra.

"En esa época tener un padre desconocido implicaba una condena moral sobre la madre, de manera que lograr que el padre, en este caso un cacique, le reconociera salvaría la honra de la madre".

¿Y qué le parece la ley de memoria histórica? "Es oportuno que el Estado colabore en sacar los huesos de quienes están enterrados fuera de los cementerios para que sus familiares puedan llevarles flores y recordarlos. Durante 50 años, una parte enalteció a sus caídos".