Científicos y políticos sanitarios descartaron ayer que cuando llegue el próximo otoño al hemisferio norte, el nuestro, e irrumpan con él los virus gripales de cada estación fría, esté disponible una vacuna antigripal que contenga trazas del nuevo virus mexicano A/H1N1.

Los técnicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculan que el diseño y la elaboración sin riesgos del nuevo preventivo pueden estar completados hacia agosto, sin plazo material posible para producir los millones de dosis que serían necesarios dos meses más tarde, en octubre, que es cuando conviene vacunar para que la población haya adquirido inmunidad al llegar el virus del frío.

"La nueva vacuna estará completada dentro de cuatro o seis meses", reiteró ayer Marie-Paule Kieny, portavoz de la OMS. El debate en estos momentos, no obstante, va más allá de esa constatación: la industria farmacéutica, la OMS y la UE tienen dudas razonables sobre si, dado que no habrá vacuna nueva, conviene iniciar ya la producción de la que estaba previsto administrar, que contiene la selección de virus viejos que predominaron la pasada temporada.

IMPOSIBLE DE RATIFICAR Si el nuevo virus A/H1N1 afianza su presencia en todo el mundo en los próximos meses, algo imposible de ratificar en estos momentos, la vacuna vieja será inservible, ya que el virus joven, potente, sustituiría a los que circulan desde hace 40 años, muy debilitados. "En estos momentos no podemos apretar el botón de inicio de la producción de la vacuna convencional", reconoció Margaret Chan, directora general de la OMS. "Si el virus A/H1N1 acaba causando la pandemia, desplazará y anulará a los que contenga la vacuna preparada para el próximo invierno, y no servirá de nada", dijo Tomás Pumarola, presidente del comité de prevención de una pandemia gripal creado por la Generalitat catalana y microbiólogo del Hospital Clínico de Barcelona.

España, que no dispone de ninguna planta productora de vacuna antigripal, sumará un segundo problema: la adquisición del nuevo preventivo deberá hacerse en los países que habitualmente suministran las vacunas de la gripe que reciben los españoles: laboratorios de Francia, Austria, el reino Unido e Italia. Esta demanda, no obstante, quedará supeditada a la prioridad de esos países de proveer de vacuna a sus ciudadanos. España deberá esperar, lo que aún retrasará más la disponibilidad de esa nueva vacuna.

EL RIESGO En ausencia de una vacuna adecuada, la próxima temporada gripal puede ser altamente arriesgada, apuntó Pumarola. "Si cada año, con la población más vulnerable vacunada, fallecen en España por gripe unas 4.000 personas, ¿qué ocurrirá sin una vacuna efectiva?", comentó. "Todo es impredecible --insistió--. En estos momentos, la alarma está fuera de lugar".

La evolución del virus en el mundo sigue un curso ascendente. En Canadá, el Reino Unido, Alemania y Hong Kong se informó de la detección de infectados por el A/H1N1 que no han viajado a México. Este salto, que se caracteriza por la poca gravedad de los casos, supone una lenta aproximación a la situación de pandemia.

La administración del antiviral oseltamivir, única medida paliativa disponible, también es objeto de controversia. El Ministerio de Sanidad puso en marcha ayer el encapsulado de los 10 millones de dosis del antiviral que las comunidades autónomas tenían almacenado desde que en el 2006 se dio el episodio de la gripe aviaria.

Este proceso se realizará en el laboratorio que el Ministerio de Defensa dispone en Burgos. También se decidió autorizar al Hospital Clínico de Barcelona y al centro de control epidemiológico de Valladolid para que completen los análisis que confirman la infección del A/H1N1.