Lu --o Luis, como prefiere que lo llamen-- recibió el martes tres puñaladas cuando intentaba impedir que una de sus empleadas en el Bar Sento, en Beniferri, una pedanía de Valencia, fuera agredida por su expareja. El herido --de origen chino, al igual que el resto de implicados en el suceso-- se encuentra muy grave pero estable, según fuentes del Hospital La Fe de la capital valenciana.

A las diez y cuarto de la noche, cuando se encontraba a punto de cerrar el establecimiento que regenta junto a su esposa desde hace dos años, entró en el mesón un hombre con un cuchillo en la mano, e intentó agredir con él a una de sus trabajadoras, diciendo que la iba a matar. La muchacha gritó y salió huyendo por la puerta de atrás, mientras el propietario del local detuvo al agresor para impedirle que fuera tras ella. En ese momento, este asestó a Luis, de 32 años y con una niña de 4, tres cuchilladas en el tórax, el abdomen y el hombro por ayudar a la joven, que ya había tenido problemas con su exmarido, al que había denunciado por agresión.

REFUGIO EN UN ´CASAL´ El dueño del local quedó tendido en el suelo, y el agresor continuó en su empeño de matar a su expareja, de la que lleva separado algún tiempo. La joven se refugió entonces en un casal fallero cercano al mesón, y los vecinos hicieron frente al hombre, que todavía portaba el cuchillo, y que salió huyendo tras escuchar la sirena del vehículo del Cuerpo Nacional de Policía, que había sido alertado por los vecinos.

Los agentes lo detuvieron en una calle próxima después de encañonarlo para que dejara en el suelo el cuchillo. El detenido está acusado de tentativa de homicidio, y en las próximas horas pasará a disposición judicial.

NO TUVO SUERTE Eva, la mujer de la víctima, manifestó ayer que ellos nunca habían tenido problemas con el detenido, que jamás se había acercado al bar, aunque sabían que su trabajadora había padecido agresiones y vivía con miedo. "Yo estaba en casa y cuando bajé me encontré a mi marido en el suelo", manifestó. "Si no se llega a interponer, la chica estaría muerta. Mi marido no tuvo suerte", añadió.

El matrimonio, muy apreciado en el barrio, es propietario de un establecimiento de comida española que sirve menús a ocho euros. Eva y Luis se han adaptado tan bien a la vida en Beniferri que han cambiado sus auténticos nombres por unos más fáciles de pronunciar por sus vecinos. "Luis es una bellísima persona que no se merece lo que le han hecho", comentó ayer José Antonio Alvarez, que el día del incidente estuvo con el agredido media hora antes.

A pesar del suceso y de la gravedad del estado del propietario del establecimiento, el Bar Sento abrió ayer y, como cada día, estaba lleno de obreros y vecinos.