Melody no fue el lunes al instituto. El fin de semana anterior habían finalizado las fiestas de Mas de Barberans, y quizá por eso optó por tomarse un día de descanso. "Era muy extrovertida, todo lo contaba con facilidad y no le habíamos notado síntomas de preocupación", dijo ayer el director del IES, donde también Albert estudió hasta hace dos años.

El chico, hijo único, se ganaba el sueldo en un taller de maquinaria industrial, adonde iba con su padre, empleado de otra empresa local. El lunes, tras unas fiestas en las que la relación de la pareja parecía atravesar un bajón, ambos acudieron a tomar algo con unos amigos. "Se les veía muy bien. El la quería y ella le quería", afirmó Cinta Lleix , familiar del chico. "El era un poco tremendo, pero son cosas de jóvenes", añadió una vecina. "Estaban contentos", dijo el alcalde, que también coincidió con ellos.