La localidad alicantina de Calp vivió ayer un nuevo episodio de violencia doméstica con consecuencias trágicas. Un hombre de nacionalidad belga mató de un tiro en la frente a su esposa y posteriormente se quitó la vida con la misma arma. Ambos cónyuges, Claude Colette y Christianne H., tenían 60 años y residían en un apartamento.

El pasado 4 de noviembre, el juez había dictado una orden de alejamiento que impedía a Claude acercarse a su mujer, después de que ella decidiera interponer una denuncia a raíz de las numerosas discusiones y episodios violentos que había padecido.

Según los investigadores, el marido se presentó en el apartamento a las 12.45 horas de ayer con la intención de recoger su ropa y otros objetos personales para regresar a Bélgica. De acuerdo con el relato de varios vecinos, el matrimonio se enzarzó en una fuerte discusión que concluyó con dos fuertes detonaciones. Claude había matado a su mujer de un disparo con una pistola automática. Segundos después, el homicida se descerrajó un tiro en la sien que acabó con su vida.

Cuando la policía, el cuerpo de ella yacía en el pasillo. Unos metros más adelante hallaron el cadáver de Claude. Tras analizar la escena del crimen, el juez de Dénia ordenó el traslado de los cuerpos al tanatorio.

40 AÑOS CASADOS Fuentes de la investigación apuntaron que, a raíz del arresto por malos tratos, el hombre sufrió una crisis nerviosa por la que tuvo que ser ingresado en el Hospital Psiquiátrico de la Santa Faz de Alicante, donde pasó el periodo de detención. Según los vecinos, la pareja llevaba casada 40 años y residía desde hace 30 en Calp. Tenían dos hijos que viven en Bélgica.

Una inquilina del mismo bloque en el que ocurrió la tragedia, Ana María Kalen, relató ayer que solía jugar a las cartas con Christianne, de quien dijo que había confesado a otras personas los malos tratos.

No obstante, las versiones de la mayoría de los vecinos, quienes ignoraban los antecedentes de violencia doméstica, describen un matrimonio "normal".