Un hombre de 44 años, vecino de la localidad pontevedresa de Moaña, asesinó presuntamente ayer a su mujer de un disparo con una escopeta de caza. A continuación, se suicidó usando, aparentemente, la misma arma.

El matrimonio, que deja dos hijas, de 9 y 17 años, vivía en una buhardilla situada en la parte superior de la casa rural en la que habitan los padres de él. La mujer, de 39 años, regresó a casa poco después de las 15.30 horas después de finalizar su jornada laboral en una empresa de congelados, según fuentes de Protección Civil. Sus suegros no escucharon discusión alguna ni advirtieron ningún signo de pelea o forcejeo cuando ella entró en la vivienda. Lo único que oyeron fue un disparo, sin más, y, luego, una nueva detonación.