Eva María R. C., de 33 años, murió el sábado en la localidad toledana de Chozas de Canales tras ser golpeada con un jarrón de cristal por su expareja frente a la hija de la víctima, de 6 años. El agresor, de 26 años y origen portugués, trató de huir, pero fue arrestado poco después. Dijo que había tenido una pelea con su mujer y que a lo mejor la había matado. Una orden de alejamiento, dictada a finales del 2008, le prohibía acercarse a ella.

El homicida machista utilizó los cristales de un jarrón, después de romperlo sobre el cuerpo de su víctima, para causarle más heridas, algunas de ellas en la cara y en el cuello. La niña, que presenció los hechos, también fue golpeada y resultó herida.