Dolores García Ruiz, de 46 años, murió ayer en su casa de Getafe (Madrid) tras ser presuntamente apuñalada por su novio, Francisco Javier M. C. Horas antes, la policía había acudido al domicilio tras la llamada de alerta de un vecino. Los agentes obligaron al agresor a devolver las llaves de la casa a su propietaria. Acto seguido, el hombre abandonó la vivienda y los agentes instaron a la mujer a que llamara al 091 si tenía problemas. En cuanto la policía se fue, Francisco Javier entró de nuevo en la casa y cometió el crimen.

La víctima, que tenía tres hijos de una relación anterior, nunca había denunciado a su compañero, de 44 años. Sin embargo, ambos solían discutir. Según relataron ayer los vecinos, Francisco Javier es un hombre "agresivo y violento". La convivencia entre ellos era tan insufrible que el exmarido de Dolores le había recomendado que rompiera la relación y acudiera a la policía.

El pasado martes por la noche, un vecino llamó a los agentes al escuchar los gritos entre Dolores y Francisco Javier, que llevaban dos años viviendo juntos en el número 36 de la avenida de las Ciudades de Getafe. Un vecino comentó que, en esta ocasión, la discusión se produjo porque a ella le disgustaba que él tuviera su camioneta llena de gatos.

Un poco más tarde, los agentes llegaron al domicilio, propiedad de Dolores. Tras hablar con ambos, la policía obligó al hombre a marcharse de la casa y entregar las llaves a su compañera. Los agentes acompañaron a Francisco Javier y abandonaron también la vivienda "al no observar ningún gesto agresivo", según fuentes de la Jefatura.

Sin embargo, a las 3.30 horas, otro vecino escuchó gritos y avisó a la policía. Los agentes volvieron al inmueble y encontraron varias maletas en el rellano de la escalera. Al llamar al timbre, abrió la puerta con las manos llenas de sangre y les dijo: "La he matado". Dolores estaba tendida en el suelo bajo un enorme charco de sangre. A su lado, los agentes encontraron el cuchillo de cocina con el que, presuntamente, el agresor la asesinó. El cuerpo tenía al menos 10 heridas de arma blanca.

DATOS IGNORADOS Fuentes de la Jefatura no pudieron precisar si tenía otras llaves con las que entró al domicilio o, sin embargo, fue Dolores la que le abrió la puerta. En cualquier caso, los agentes se inclinan más hacia la primera hipótesis.

La presidenta de la red feminista contra la violencia de género, Angeles Alvarez, se mostró comprensiva. "No había denuncias previas y no tenían por qué saber que era un asesino".