Marta a punto estuvo de suicidarse. Durante dos años mantuvo una relación sentimental por internet con Alex. La joven creyó que su enamorado era un adolescente de 15 años, los que ella tiene ahora, pero en realidad Alex tenía 59 años y utilizaba fotografías de su hijo para engatusar a su víctima. El hombre, divorciado desde hace dos años, de baja indefinida por enfermedad había conseguido imágenes de Marta desnuda y, una vez esta descubrió su engaño, la amenazó con distribuirlas entre todos sus contactos si no accedía a enviarle nuevas fotografías. El embaucador quedó ayer en libertad con cargos tras ser detenido el miércoles por la policía. Reconoció sin tapujos todas y cada una de las acusaciones.

El infierno de Marta comenzó hace dos años y medio. Se enamoró de Alex, con el que chateaba a diario e incluso hablaban por el móvil. El impostor envió a Marta numerosas fotografías de su propio hijo, que en ese momento tenía 18 años.

La joven nunca desconfió. Recibía ramos de flores, regalos y ni tan solo malpensó la primera vez que le escuchó la voz. La madre sí. La madre, tras hablar con el novio de su hija por teléfono, advirtió a su hija de que aquella voz no podía ser de un joven de 15. Pero la niña no quiso entrar en razones.

Durante este tiempo, Alex inventaba excusas para evitar el encuentro con Marta. El pasado 21 de noviembre, Marta recibió un SMS: "Soy el padre de Alex. Ha tenido un accidente. Está en la UVI". Horas después recibió otro anunciando que estaba en coma y otro más que decía "Alex nos ha dejado para siempre".

A partir de aquí, el hombre presionó para conocer a Marta, que se hundió en una profunda depresión y amenazó con suicidarse. Los mensajes y las llamadas eran diarias. La madre denunció el caso. Los agentes de delitos tecnológicos de la Policía de Barcelona necesitaron tres días para poder tomar declaración a la chica.