Por cuarta vez este año, sale a la luz el caso de un hombre que tenía tan sometida a su pareja sentimental que ni siquiera la permitía abandonar el hogar familiar.

La Policía Nacional comunicó ayer que liberó recientemente a una mujer, Petronila V., de 26 años y origen paraguayo, a la que su compañero, natural de Moral de Calatrava (Ciudad Real) mantuvo encerrada durante tres años "en condiciones deplorables", según la nota de prensa emitida por las fuerzas de seguridad.

La mujer fue encontrada en un estado de salud tan crítico, después de haber pasado varias semanas sin apenas ingerir comida y bebida, que tuvo que ser atendida por un médico de urgencia antes de ser ingresada en un hospital.

La policía tuvo conocimiento del cruel cautiverio gracias a la denuncia interpuesta por el hermano de la víctima en Paraguay, quien reveló que la mujer había venido a España en el 2006 junto a su pareja.

LA INVESTIGACION Durante el primer año, según relató a las autoridades paraguayas, su hermana le llamaba habitualmente por teléfono y, en ocasiones, le enviaba dinero. Sin embargo, transcurridos los primeros 12 meses, el contacto con Petronila se interrumpió de repente, de ahí su preocupación por su hermana.

Paraguay trasladó a España la denuncia y los agentes comenzaron las pesquisas, que fueron "sumamente complejas", según la policía. Así, primero buscaron en las bases de datos del consulado y la embajada de Paraguay, así como de las administraciones públicas españolas, si la víctima había realizado algún trámite con su nombre.

Sin embargo, no encontraron ni rastro de su presencia en España. Entonces, la policía centró la investigación en su pareja, Lorenzo M. N., de 33 años, que se dedicaba a la construcción, y logró averiguar que, para sorpresa de los vecinos y los agentes, tenía recluida a la mujer en la casa de ambos. Petronila no tenía apenas acceso a comida o bebida y vivía rodeada de basura y de alimentos descompuestos.

Tras su liberación, la víctima fue ingresada en un hospital y su pareja enviada a prisión provisional como presunto autor de un delito de detención ilegal y otro contra la integridad moral.

PRECEDENTES Se trata de la cuarta vez este año que se descubre un cautiverio similar, si bien los tres anteriores habían sido provocados por hombres de origen magrebí.

El primer caso fue descubierto el pasado marzo, cuando los Mossos d´Esquadra liberaron a una mujer confinada en Viladecans (Barcelona) durante más de un año. Solo podía salir a la calle en compañía de su marido y pedía comida a los vecinos a través de la ventana del domicilio familiar.

Un mes después, fue liberada una vecina de La Bisbal d´Empordà (Girona) después de que los agentes, tras interrogar a su pareja por una denuncia por violencia machista, descubriesen por casualidad que la mantenía encerrada. Por último, el pasado 9 de octubre fue detenido en Mallorca un individuo que encerró a su esposa durante dos años.