La Mostra acogió ayer la proyección, fuera de concurso, de The human stain (La mancha humana ), de Robert Benton, protagonizada por Anthony Hopkins y Nicole Kidman, a los que se unen en papeles secundarios Gary Sinise, Wentworth Miller y Ed Harris. Todos desarrollan un excelente trabajo interpretativo, con especial mención para Hopkins (¿próximo Oscar?) y la polivalente Kidman. La actriz no acudió a Venecia, pero sí Hopkins. "Actuar al lado de Nicole Kidman no es un trabajo, es un placer. Es una gran actriz y me sabe mal que no esté aquí", comentó el veterano actor que vive en esta película un ardiente romance con el personaje encarnado por Kidman. Reconoció que estaba esperando que llegara la noche para ver el largometraje por primera vez.

The human stain está inspirada en una novela homónima de Philip Roth. Es un alegato contra lo políticamente correcto y la hipocresía moral que sustentan ciertas capas de la sociedad estadounidense. El filme arranca con comentarios jocosos sobre el escándalo de la becaria Lewinski con el presidente Clinton, para desembocar en el despido del decano Coleman Silk por una expresión que podía ofender a los negros. Y es precisamente este caso el que da título a la novela y al filme, ya que Silk lleva sangre negra en sus venas pese a ocultarlo durante toda su vida. La relación entre el viejo profesor con la atractiva treintañera también choca con las barreras morales de una sociedad estricta y severa que no perdona a quien se supone que se sale de las reglas establecidas.

DESARROLLO

Robert Benton estructura esta historia alternando la realidad con evocaciones del pasado, unos flash back que no desembocan siempre en el buen desarrollo de la narración, especialmente los mostrados al final de la película, que podrían haberse omitido perfectamente.

"Cuando me presentaron este proyecto pregunté al productor a quién veía como protagonistas. Al contestarme que a Hopkins y Kidman no dudé en aceptar", reveló ayer el realizador. Benton agregó: "Este tipo de películas son difíciles de hacer en EEUU; éste es un proyecto insólito en esta cinematografía".

Anthony Hopkins, que se mostraba pletórico, quitó importancia a su excelente actuación. "Ha sido un reto pero no mayor que otros trabajos. El guión es excelente y eso hace que trabajar sea más fácil. Es cuestión de aplicar el instinto". Pero Benton precisó: "Hizo un gran trabajo de investigación antes del rodaje. Esta película pertenece a los actores. Los intérpretes de este filme son los mejores con los que he trabajado en toda mi vida".