El cuidado para no contagiarse de los virus es clave para frenar la propagación de las enfermedades a tiempo. Lo saben bien las hormigas. En concreto, las de la especie Lasius neglectus, que aniquilan cualquier miembro de su colonia si observan el hongo Metarhizium, para así proteger al resto del nido.

Según un estudio publicado hace pocos días en la revista eLife, cuando una hormiga está infectada y no tiene opciones de sobrevivir la respuesta de la colonia es matarla. Pero el proceso no se hace al azar. Las hormigas actúan de forma selectiva gracias a la detección de unas señales químicas indicativas de la infección.

Para llegar a esta conclusión, los científicos Cristopher Pull y Sylvia Cremer han realizado una serie de experimentos con hormigas de la especie Lasius neglectus. En el ensayo, los ejemplares adultos cuidaban de las crías, expuestas a patógenos. El resultado mostró que los insectos asesinan a los infectados para impedir la propagación del hongo patógeno.

"Descubrimos que las hormigas pueden oler y distinguir a los miembros de una colonia enferma muy pronto en el proceso de infección. Luego realizan lo que hemos denominado una desinfección destructiva, es decir, matan al animal enfermo y al hongo para prevenir que el patógeno se vuelva contagioso y se propague a los compañeros del nido", argumenta Cremer.

Parecido con el sistema inmunitario

Según los científicos, la manera cómo se termina con la vida de las infectadas es similar a la del sistema inmunológico de los vertebrados. En un cuerpo humano, las células infectadas envían una señal a las células inmunitarias. En este caso, las hormigas sanas hacen agujeros a las enfermas para inyectar sustancias tóxicas que acaban con la hormiga y el patógeno.

"Producen ácido fórmico que puede matar el hongo, pero necesitan entrar en el cuerpo de las crías para que funcione. Eliminan el capullo de seda y agujerean el cuerpo del animal enfermo a mordiscos. Después, rocían su ácido fórmico a través de estos orificios, matando a la cría y al hongo", comenta Pull.

"En nuestro estudio mostramos los sorprendentes paralelismos entre las respuestas inmunitarias de colonias de hormigas y de cuerpos vertebrados. La capacidad de detectar y destruir elementos dañinos probablemente fue necesaria para la evolución tanto de organismos multicelulares como de superorganismos", concluyen los científicos.