Bolas de hormigas rojas flotan en las aguas que inundan varias localidades del sur de EEUU. Las hormigas obreras agrupan a la colonia en una bola que rueda sobre el agua. Así, al rodar, todas las hormigas se turnan para respirar.

La hormiga roja inyecta veneno en su picada, que produce sensación de quemazón y ampollas. Puede provocar una reacción alérgica y conducir a un shock anafiláctico, con el resultado de muerte.