THtoy, como todos los días, me levanto de la cama con la sensación de no haber dormido apenas nada. Desayuno una retahila de tópicos y personajes insulsos que no cuentan nada, como todos los días. Atravieso la avenida de Isabel de Moctezuma de la ciudad feliz , topándome con algunos cadáveres andantes, como todos los días. Los pelotas y los abrazafarolas van progresando dando palmadas en las espaldas de los poderosos, como todos los días. Agitan sus plumeros y dan la razón a los de siempre, como todos los días. Llego al trabajo y desayuno una angustia antigua adobada en amargores, como todos los días. El aire acondicionado se vuelve una pesadilla en mi garganta, como todos los días. Hablo con famosos que nadie conoce y expertos en casi nada, como todos los días. Escucho por la radio que todo es una balsa de aceite (de oliva virgen extra) como todos los días. Tengo la sensación de que el Gran Hermano me vigila, como todos los días. Todos ven que el mundo es un desastre lleno de sinvergüenzas y se callan como yo, como todos los días. Los mismos adoradores del Becerro de Oro, ciegos de avaricia, como todos los días. La vanidad se convierte en la moneda de cambio entre ellos, como todos los días. Aquí nunca pasa nada de nada, como todos los días. Veo cómo los corruptos se vanaglorian de sus torpes triunfos y vivo en la cara B de la vida, como todos los días. Algún día, sentiremos cómo nos ahoga la vergüenza, como todos los días. Y saldremos a gritarlo, quizás, por las calles mojadas. Refrán: ¡Chacho, vaya homenaje a Hilario Camacho!