No es un gato como los demás y no pasa desapercibido para quien lo conoce. Recibe a las visitas en la puerta de la casa, les maulla, les lame, se tira al suelo para que le rrasquen y... deja que le bañen. Así es Huckleberry Finn, Huckle, todo un personaje. Es una raza bastante nueva dentro del mundo de los gatos, cuyos antecedentes se remontan a los años 70, cuando una gata parió seis gatitos enormes todos con la piel rosa, pelo largo, ojos muy azules y con un carácter poco habitual, el denominado instinto de no lucha .

Los primeros ejemplares de estos gatos, cuya raza traducida al española es muñeco de trapo , son originarios de California y en España todavía no abundan. Huckleberry vive en la casa de José Antonio Moreno, conocido periodista y presentador del programa El Bimbazo, de Canal Extremadura Televisión, y es el único de su especie en Mérida (en Extremadura no tiene constancia de que haya otro igual). Comprado en Málaga, se trata de una raza que "tienen el carácter de los perros y todo el mundo se queda alucinado con él", explica su dueño.

Esa particular característica hace que la primera causa de muerte de estos gatos son los abrazos de niños, porque "los cogen los niños y no se defienden", y también los perros, porque "no huyen".

Pero, la amabilidad de Huckle tiene un precio. "Estos gatos son carísimos", argumenta, aunque aclara con humor que el peligro de que se lo roben hace silenciar el coste, ya que "aunque es bastante casero, de vez en cuando se ha escapado".

A todas estas similitudes con los perros, se une otra peculiaridad a la hora de jugar: "le vuelven loco las bolas de papel de aluminio; los juguetes más caros y de colores no le atraen", explica. Se trata de un gato que "es como un perrito faldero, te sigue por la casa y se te hecha encima para que le rasques, es de una total confianza".

En busca de compañera

A la hora de comer, no es caprichoso, y como sobre todo, "un pienso especial para mantener su pelo, pero no tiene ningún cuidado especial".

José Antonio está encantado con este gato, y confiesa que aunque le gustaban más los perros "cuando descubrí esta raza me cambió la perspectiva totalmente, tener un gato es mucho más cómodo que un perro".

Hasta tal punto llega la confianza de este gato, cuenta, que "un amigo cuando lo descubrió, empezó a tocarlo por todas partes porque no se creía que era tan manso y bueno, y le pregunté qué hacía, y me dijo que buscaba dónde tenía las pilas", porque "era demasiado bueno como para ser cierto".

Ahora, piensa ir a Mallorca en Navidad para "intentar comprar una hembra y conseguirle una compañera" a Huckle, un gato completamente doméstico.