Hugh Grant tiene el estómago tan bien puesto como el personaje que interpreta en las dos entregas de Bridget Jones. En pleno tour de promoción de Bridget Jones. Sobreviviré, el actor, demostró ir sobrado de flema británica al admitir que roba ropa de los rodajes y que, por esa razón, se preocupa de elegir con mucha atención los modelos que lucirá en cada largometraje.

"Cuando escojo la ropa de mis películas, tengo en cuenta que se adapten a mi papel, pero también a mí, porque me la llevo siempre después", asegura el actor. En el segundo plato de las peripecias de Bridget Jones, Grant luce modelos del diseñador Richard James que, por supuesto, ya forman parte del paisaje del armario de su habitación. Lo que no cuenta el actor es si, dado su gusto por la ropa ajena, el nombre del diseñador es una de las cosas que negocia al firmar un contrato.

AMAZONA ACCIDENTAL Nieves Alvarez disfrutó el fin de semana de una inmersión en el mundo de la hípica. La top fue con su marido, Marco Severini, al salón del caballo de Sevilla. En él, además de concursos hípicos, se ha podido ver marcando el paso a Carmen Martínez Bordiú, Carmen Sevilla e Isabel Sartorius, entre otros personajes.

PRINCIPES CONJUNTADOS Que el rosa es uno de los colores de la temporada no sólo lo dicen las pasarelas y las revistas. Letizia apareció el pasado sábado por la tarde en la boda del hijo menor de la infanta Pilar, Fernando Gómez-Acebo, con un traje cuajado de volantes diseñado por Felipe Varela y de tono rosa chicle. En su arriesgada elección no estuvo sola, ya que el príncipe Felipe paseó corbata del mismo color. A ese paseíllo real, la infanta Cristina aportó pantalones, y Jaime de Marichalar, una de sus capas españolas.

MAS DIANA Una nueva biografía sobre Diana revela que, tras tener un idilio con el millonario Oliver Hoare, la princesa se sometió a un aborto en 1994, cuando aún no se había divorciado de Carlos. El libro describe la ansiedad de la princesa, quien acosó con cientos de llamadas a su amante, hasta que la mujer de Hoare llamó a la policía. Cuando se vio que los números eran del palacio de Kensington, decidieron no denunciarlo.