Un equipo internacional encabezado por el español Oscar Custance, profesor en la Universidad de Osaka, ha logrado identificar por primera vez los átomos presentes en una superficie, es decir, distinguir uno a uno entre los diversos elementos químicos que forman un objeto. La investigación, que hoy publica Nature , fue un sueño infructuoso durante 25 años. Para ver los átomos, claro está, se ha empleado una técnica que parece surgida de la ciencia ficción y que, según sus autores, "abre nuevos horizontes en diversos campos de la nanotecnología y la catálisis".

La herramienta empleada, el microscopio de fuerzas atómicas, es básicamente un fleje --como una brida-- muy flexible y de tamaño micrométrico que tiene una punta afilada en su extremo, "una especie de pirámide invertida de unas pocas micras de altura y cuya punta es un único átomo", explica a este diario Custance. "El sistema es parecido a como funcionaban las agujas de los tocadiscos: se barre una superficie con la punta y se mira cómo y cuánto se dobla el fleje". Se ha hecho con átomos de silicio, plomo y estaño.