La archidiócesis católica de Chicago anunció ayer que acordó pagar más de 12,6 millones de dólares a 16 personas que acusaron a sus sacerdotes de abusos sexuales.

En una declaración, el cardenal Francis George ofreció sus disculpas por los abusos y manifestó su "esperanza de que esos acuerdos ayuden a los sobrevivientes y a sus familiares a curar las heridas". "Debemos asegurar que hacemos todo lo que está a nuestro alcance por garantizar la seguridad de los niños bajo nuestro cuidado", agregó.

El anunció del pago de compensación se dio a conocer después de que el propio cardenal George respondiera en una declaración a preguntas de un abogado sobre la ausencia de medidas tomadas contra los curas afectados por las denuncias.

George admitió que no actuó cuando la junta de revisiones de la archidiócesis le recomendó expulsar al sacerdote Daniel McCormack dos meses después de su arresto. El año pasado McCormack se declaró culpable de abusar de cinco niños. "Sí. Me lo recomendaron. Ojalá hubiese acatado esa recomendación", dijo el cardenal y explicó que en ese momento creía que no había pruebas suficientes. Catorce de los casos incluyen abusos cometidos por diez sacerdotes y el director de una escuela católica y otros dos están vinculados al sacerdote Daniel McCormack.

La archidiócesis de Chicago, la segunda mayor del país, ha pagado hasta ahora 65 millones de dólares en acuerdos extrajudiciales vinculados a demandas presentadas los últimos 30 años. Fuentes eclesiásticas dijeron que aún están pendientes más de una decena de casos.

Therese Albrecht, de 48 años, quien dijo haber sido violada por el cura Joseph Bennet, desde los 8 a los 11 años, aseguró que "este no es un día de alegría", y agregó que solo denunció los abusos hasta cuando fue adulta por temor y que durante este tiempo tuvo que someterse a terapia para combatir una tendencia al suicidio.