Las negociaciones de la comisión mixta creada entre los ministerios de Justicia y Hacienda y la Conferencia Episcopal Española para revisar el sistema de financiación de la Iglesia católica antes de la confección del borrador de los presupuestos generales del Estado del 2007 se hallan en su recta final. Los cálculos que la Iglesia ha trasladado al Gobierno indican que, para poder recaudar la cantidad actualizada que el Estado se comprometió a entregar en los acuerdos con la Santa Sede de 1979, y que en la actualidad ronda los 144 millones de euros, es preciso elevar del 0,52% al 0,82% el coeficiente de la aportación que hacen los contribuyentes a través de la declaración de la renta. La decisión está ahora en manos del Ejecutivo.

UNA VENTAJA La modificación del porcentaje conllevaría para el Gobierno la ventaja de poder eliminar el complemento anual que destina a las arcas de la Iglesia y que procede del bolsillo de todos los contribuyentes, no sólo de los que han manifestado claramente su deseo de costear sus gastos.