La Iglesia católica defenderá en las próximas negociaciones con el Gobierno recibir un porcentaje no inferior al 0,8% de las declaraciones del IRPF de los ciudadanos que elijan financiarla por este medio. La Conferencia Episcopal Española, que ayer presentó su campaña para pedir que los contribuyentes marquen la cruz en su casilla para donarle el 0,52% de sus impuestos, justifica esta petición en la "manifiesta ineficacia del actual sistema".

Fernando Jiménez, vicesecretario para asuntos económicos del episcopado, advirtió de que el sistema que se acuerde tiene que proporcionar, por sí mismo, una cuantía similar a la actual, 141,4 millones en el 2005 (128,6 a través del 0,5% del IRPF y 12,8 millones mediante el complemento de los Presupuestos).

"Estamos discutiendo qué se entiende por esa cuantía similar", aseguró Jiménez. El responsable de las finanzas episcopales insinuó que la nueva fórmula deberá ser estable, por encima de posibles vuelcos electorales, e incluso garantizar la cobertura del presupuesto de la Iglesia teniendo en cuenta el previsible descenso de católicos que donan esta parte de sus impuestos. En el ejercicio del 2004 la cifra de contribuyentes que optó por la Iglesia católica alcanzó el

33,47%, seis décimas menos que en el ejercicio anterior.

El nuevo modelo de financiación deberá estar listo antes de la elaboración de los presupuestos del Estado el próximo septiembre. En caso de no llegar a un acuerdo con el Gobierno, la ley del Presupuestos del próximo año deberá prorrogar el sistema actual. "No hay certidumbre de llegar a una acuerdo satisfactorio", comentó Jiménez, que eludió explicar el contenido de las "reuniones técnicas" con los ministerio de Hacienda y Justicia que están llevando a cabo.

No obstante, según fuentes eclesiales, el Ejecutivo no quiere subir del 0,7% y la modificación afectaría también a las ONG, que verían incrementado el porcentaje en la misma cuantía.