El escándalo que acorrala al Vaticano llevó el miércoles a la Conferencia Episcopal Suiza a anunciar que estudiará en junio, en el marco de su próxima reunión plenaria, la creación de una lista negra de sacerdotes pederastas. Su presidente, Norbert Brunner, dijo que es importante que las diferentes diócesis y órdenes religiosas intercambien información al respecto, y sugirió que cuanto más internacional sea la lista, mejor. "No tenemos que olvidar que la eficacia de esa herramienta es un tema controvertido, tanto en el seno de la Iglesia como en las instituciones civiles".

El anuncio se produjo en un día que no ha sido de tregua para la Iglesia católica. El obispo de la ciudad alemana de Augsburgo, Walter Mixa, agregó su nombre a la lista de escándalos al ser acusado por la prensa de su país de golpear a niños y niñas en sus épocas de párroco. La única buena noticia para el Vaticano llegó de EEUU, donde el sacerdote que investigó el caso de abusos a 200 niños sordos desmintió la información publicada hace por The New York Times , y dijo que Benedicto XVI nunca le pidió cerrar las pesquisas.