El Ministerio de Igualdad lleva meses preocupado por el auge de ciertos colectivos con ideas machistas que, en opinión del delegado del Gobierno contra la violencia sexista, Miguel Lorente, tergiversan las estadísticas sobre el maltrato o los conflictos en las separaciones con el fin de que "todo siga igual y los hombres sigan teniendo privilegios". El dirigente ministerial denomina posmachistas a estos grupos porque su origen entronca con la posmodernidad y presumen de su rechazo al machismo: "Los posmachistas se han dado cuenta de que la crítica a los avances de las mujeres no basta y por eso dicen que buscan la igualdad".

El colectivo aglutina a hombres "con elevadas cargas de frustración" asociadas normalmente a malas experiencias con la justicia en los procesos de divorcios, añade el psicólogo del Instituto Andaluz de la Mujer Juan Ignacio Paz. Estos hombres forman pequeños grupos, aparentemente no organizados, muy activos en internet.

LOS ARGUMENTOS Agrupaciones como Padres Maltratados y Asociación contra la Discriminación por Razón de Sexo difunden argumentos con gran aceptación, como el de las virtudes de la custodia compartida. Pero, según Lorente, "manipulan" los datos para tachar a los estudios gubernamentales de "complot de género". "Además --añade el delegado--, mezclan todo para confundir, como se aprecia en el hecho de que pongan en el mismo cajón las cuestiones relacionadas con violencia de género, la custodia compartida, las ayudas laborales para corregir la desigualdad, etcétera".

A finales del año pasado intensificaron su actividad, según Lorente, porque por primera vez la ley contra la violencia sexista ofreció un resultado palpable: el descenso de un 27% de las víctimas mortales. Entonces renació la polémica de que muchas mujeres fingen maltrato y presentan denuncias falsas para sacar rédito en los divorcios.

Sin embargo, según el representante de Igualdad, "nunca hasta finales del 2009 el debate se había planteado con una beligerancia tan manifiesta ni con una estrategia tan continuada".

La polémica renació porque el juez de familia de Sevilla Francisco Serrano dijo que las denuncias falsas "han provocado un genocidio de hombres, ya que la retirada de la custodia de sus hijos lleva a muchos a suicidarse". "El mito rebrotó porque el argumento de los posmachistas de que el maltrato es cosa de cuatro borrachos y cuatro inmigrantes y no se basa en la desigualdad de sexos se les viene abajo cuando ven que la ley sí que sirve", afirma Lorente.

"Extender el mito de las denuncias falsas, que carece de fundamento, en nada ayuda a que las maltratadas presenten denuncia. Esta polémica hace que piensen que no serán creídas y refuerza al agresor, que se siente con más impunidad", señala, por su parte, la vocal del Consejo General del Poder Judicial Inmaculada Montalbán.

Desgraciadamente la lucha contra la violencia sexista es muy compleja y este año se ha vuelto a las dramáticas cifras de antaño: 21 asesinadas en cuatro meses, de las que solo cuatro habían presentado denuncia.