La juez que investiga la muerte de un enfermo psiquiátrico de Santa Susanna (Maresme) cuando estaba siendo inmovilizado por seis mossos y dos policías locales ha citado a declarar a los ocho agentes como imputados en un presunto delito de homicidio. Los policías deberán comparecer el viernes de la semana próxima ante la juez y el fiscal, acompañados de abogado, para aclarar lo ocurrido en la madrugada del 18 de octubre.

La resolución de la juez de Instrucción número 6 de Arenys de Mar se ha producido, a petición del fiscal, después de que la autopsia revelara que la víctima, Claudio Fernando López Maciel, pudo morir por hipoxia (falta de oxígeno en el cerebro). Según declaró su mujer, Lila R., ante la juez el fallecido gritó antes de morir que se asfixiaba mientras tenía a varios policías encima y él permanecía boca abajo, esposado y con las piernas atadas.

La autopsia no aclara la causa de esa hipoxia. "Este es un cuadro inespecífico y que puede obedecer tanto a etiología natural como traumática", señala el informe de las dos médicos forenses que examinaron el cadáver. Sostienen que "la naturaleza y etiología de la muerte es indeterminada a la espera de los análisis toxicológicos e histopatológicos".

Fuentes del despacho de abogados Martínez Ramos-De la Cruz, que representa a la mujer y al hijo de ambos confirmaron que falta el análisis de vísceras para aclarar la causa de la muerte. "Y para poder incinerar a la víctima y enviar las cenizas a Uruguay, como desea la familia".

Estos abogados temen que las pruebas tarden varios meses porque el Instituto de Toxicología está colapsado.