La titular del juzgado número 3 de Martorell citó durante el día de ayer como imputados a cinco guardias civiles y un exinspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), a los que acusa de narcotráfico, corrupción, asociación ilícita, soborno y revelación de secretos, al considerar que facilitaron el robo de 400 kilos de cocaína de un contenedor del puerto de Barcelona en enero del 2005. Anoche, la jueza había decretado prisión incondicional para dos de los guardias civiles, mientras que un tercero evitó la cárcel tras pagar una fianza de 3.000 euros. El resto de imputados todavía declaraban anoche.

Las investigaciones se remontan a finales del 2004, cuando la DEA, la agencia antidroga de EEUU, alertó del envío desde Venezuela de un contenedor con gran cantidad de cocaína camuflada entre gambas. Pese a las advertencias y el ofrecimiento de los guardias civiles del puerto de vigilar el contenedor, este fue colocado junto a una de las vallas y violentado en dos ocasiones, en enero del 2005.

A pesar de que el robo se realizó en Barcelona, la titular del juzgado número 3 de Martorell se quedó la instrucción alegando que ya investigaba a algunos de los presuntos responsables del robo, unos delincuentes conocidos por la Guardia Civil y el CNP, para los que en algún momento habían colaborado como confidentes, y que tenían los teléfonos intervenidos. De hecho, en el sumario que provocó, un año y medio después, la detención de los presuntos autores del robo constaban las transcripciones telefónicas de los ladrones citándose para el asalto.

En paralelo a la investigación por el robo de la coca, que provocó una queja formal de la DEA, la Guardia Civil empezó a investigar las presuntas relaciones de estos policías con los delincuentes, de la que salió un informe en el que se acusaba a los ahora imputados de cobrar importantes sumas de dinero a cambio de informaciones policiales privilegiadas.