Tantas muertes y tan poco castigo. Un tribunal de Bhopal (India) condenó ayer a dos años de cárcel a siete directivos indios de la compañía de pesticidas estadounidense Union Carbide por el accidente industrial que hace 25 años acabó con la vida de entre 14.000 y 20.000 personas en esta ciudad. La sentencia, que ha indignado a las víctimas, considera a los imputados responsables de "homicidio culpable sin grado de asesinato" y de "causar muertes por negligencia", y les concede la libertad bajo fianza de menos de 300 euros. A la sucursal india de la compañía se le impone una multa de cerca de 9.000 euros.

El fallo afecta únicamente a los dirigentes indios de Union Carbide Corporation, adquirida por la estadounidense Dow Chemical en el 2001. Entre los inculpados están el máximo responsable en aquel momento de la filial india de la compañía, Keshub Mahindra, de 85 años y actual director de la principal empresa de automoción industrial del gigante de Oriente Medio. Los otros seis condenados desempeñaban entonces otros altos cargos en la compañía de pesticidas.

LA MATRIZ DE EEUU Al conocer el primer veredicto, la compañía estadounidense reiteró una vez más su posición. "Los directivos de Union Carbide no están sujetos de la jurisdicción de la ley india. El accidente ocurrió en la planta operativa a cargo de Union Carbide India Limited, por lo que los cargos deben ser para sus responsables", argumentó un portavoz de la compañía desde su sede de Nueva York. La sentencia no hace mención alguna a Warren Anderson, exdirector de Union Carbide Corporation en el momento del accidente. Anderson viajó a la India a los pocos días del escape mortal, en 1984. Allí fue detenido unas horas y puesto en libertad bajo fianza. Tras asegurar que afrontaría los cargos en su contra, el entonces presidente tomó su avión privado y desapareció del mapa. Lleva 23 años prófugo de la justicia india.

El fallo del tribunal fue recibido con frustración por parte de las asociaciones de víctimas del desastre de Bhopal, que llevan más de 25 años buscando justicia. Ya han anunciado que recurrirán contra la resolución judicial. Aunque nadie hasta la fecha había pasado por los tribunales, Rashida Bee, una de las fundadoras de la oenegé Chingari de Bhopal, aseguró indignada que la sentencia había sido "un engaño". "Debe haber justicia, lo que ocurrió en Bhopal no debe volver a pasar", declaró la activista, galardonada en el 2008 con el Premio Casa Asia por su labor en favor de los damnificados en aquella tragedia.

CORTINA DE GAS DE 10 METROS El pasado mes de diciembre se cumplió un cuarto de siglo desde que un escape de isocianato de metilo de la fábrica de Union Carbide en la ciudad de Bhopal produjo una cortina de gas de 10 metros de altura que provocó el peor accidente industrial de la historia de la humanidad. El gas tóxico acabó en la noche del 3 de diciembre de 1984 con la vida de al menos 4.000 personas. El Gobierno del país calcula que unas 10.000 más murieron desde entonces por las secuelas, mientras que organizaciones médicas y oenegés elevan esa cifra a al menos 20.000 víctimas.