Cuando hace cinco años se colgaron los primeros vídeos caseros en YouTube, nadie en Hollywood, las televisiones o las casas discográficas daba un duro por su continuidad. Se trataba, decían, de un proyecto más de los muchos que se cocinaban entonces en internet. Era tal la indiferencia que dejaron al entonces inofensivo portal crecer a un ritmo tan vertiginoso que cuando quisieron pararle los pies ya era demasiado tarde.

El enfrentamiento con la industria de entretenimiento y contenidos estaba garantizado y enseguida se desató una guerra sin cuartel por los derechos de autor. El trasiego por los tribunales fue constante y, la disputa con Viacom, la más sonada, con una demanda de 1.000 millones de dólares y la retirada de miles de vídeos de MTV.

"CONDENADOS" A ENTENDERSE Al final, YouTube y la industria del entretenimiento enterraron el hacha de guerra en una nueva fase de alianzas a cambio de compartir los ingresos por publicidad, desde Time Warner o Sony hasta la CBS.

Para Robert Thompson, experto en cultura popular de la universidad de Syracuse (Nueva York), era el paso lógico ya que estaban "condenados" a entenderse. Lo "fascinante", aseguró el académico a este periodista, es lo rápido que se hizo "casi imprescindible" en nuestras vidas. "Cuesta creer que en el 2008 copatrocinara dos debates en las primarias y que Obama respondiera preguntas de los internautas en YouTube".

Sobre el futuro, Thompson no cree que el portal de Google acabe apostando por los contenidos propios ("Resultaría demasiado caro") y, en cambio, vaticina nuevos acuerdos con productoras, alianzas con la industria audiovisual y su incursión en la revolución del 3D. Respecto al debate sobre la gratuidad o el pago por los contenidos de la web, cree a pies juntillas que terminará cobrando como ya están haciendo otros sectores.

Cinco años después, y en su búsqueda de fórmulas para que el portal sea rentable, el gigante tecnológico de Mountain View puso en marcha hace unas semanas un servicio de alquiler de películas en internet, terreno hasta ahora inexplorado por YouTube en el que deberá verse las caras con otros operadores como Netflix, Amazon o Apple.

CONCIERTOS Y SERIES DE TV De momento solo están disponibles algunas cintas del festival de Sundance, pero ya han puesto sus cartas encima de la mesa y será cuestión de tiempo que la oferta aumente. Desde hace meses también se retransmiten en vivo conciertos de bandas como U2 o el telemaratón solidario de Haití; se pueden ver programas de televisión intercalados con publicidad y ahora ultima un acuerdo con varias cadenas para ver series mediante streaming (se ve a través de internet, sin necesidad de descargar archivos).

Que llegó para quedarse nadie lo pone ahora en duda, pero en YouTube saben que no pueden dormirse en los laureles o perderán su posición ya que, como advierte Thompson, el portal llega a su quinto aniversario viendo cómo "ganan terreno" sitios como Facebook.