Ni un puchero. Ni un gemido. Nada. Tranquilidad absoluta. Así se comportó Leonor de Todos los Santos en su bautizo, una ceremonia de Estado que se celebró ayer en el palacio de la Zarzuela. El rango del bebé --heredera al trono-- hizo imposible que la ceremonia fuera íntima y familiar. Además de las familias Borbón y Ortiz Rocasolano, la lista de invitados incluyó a representantes de las altas instituciones españolas y madrileñas.

Leonor recibió a las 12.45 horas las aguas recogidas especialmente del río Jordán. Minutos antes, el bebé acaparó la atención de las cámaras durante la sesión de fotos que tuvo lugar en el salón de audiencias. La infanta, que dormía plácidamente en los brazos de su madre, estaba vestida con el mismo faldón de acristianar que lucieron su padre, su abuelo y sus tías en sus bautizos. Junto a los Príncipes, posaron los Reyes y las infantas Elena y Cristina y sus respectivos maridos, Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarín. También estaban los padres de Letizia, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, sus hermanas Erika y Telma, así como su abuela paterna, Menchu Alvarez del Valle, y sus abuelos maternos, Enriqueta Rodríguez y Francisco Rocasolano.

Una vez tomadas las fotos de familia, los Príncipes y los Reyes recibieron a los invitados. Entre ellos, estaba el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su mujer, Sonsoles Espinosa. El presidente del Congreso, Manuel Marín, y el del Senado, Javier Rojo, también hicieron acto de presencia acompañados de sus esposas. Tampoco faltaron los máximos responsables del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y el Supremo, Francisco José Hernando, así como el titular de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, en su calidad de notario mayor del Reino. Como el acto tuvo lugar en Madrid, la Casa del Rey también invitó a las autoridades locales: La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre (PP) y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP).

Cuando finalizó el recibimiento a los invitados, entre los que estaban los médicos que atendieron a Letizia en el parto, Leonor abrió un poco los ojos provocando todo tipo de carantoñas por parte de sus padres y de la Reina.

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