El Informe sobre Recursos Mundiales 2004, presentado ayer, alerta de que la mala gestión aumenta la marginación de los pobres y denuncia que la corrupción es una causa fundamental de la degradación de los recursos naturales en el mundo.

El documento, dado a conocer de forma simultánea en Madrid y Washington en vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente, resalta que los ecosistemas son el motor vital del planeta y la base de la economía global, y defiende cambios en la manera en que se toman las decisiones sobre los recursos naturales, sobre todo en naciones pobres.

En más de 300 páginas, el informe titulado Recursos Mundiales 2004. Decisiones para la Tierra: Equilibrio, Voz y Poder incide en la total dependencia de los ecosistemas y entre otros datos apunta que el 52% de las tierras agrícolas del mundo muestran degradación del suelo. También señala que 350 millones de personas dependen de los bosques para sobrevivir y el terreno forestal mundial se ha reducido el 46%.

En su apartado sobre gestión ambiental y pobreza, el texto denuncia que la corrupción --sobre todo en tala ilegal de madera-- aumenta la marginación de los pobres. El informe ha sido elaborado en colaboración por el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo y el Instituto de Recursos Mundiales.

CUMBRE DE BONN Mientras tanto, los 154 países presentes en la Conferencia de Energías Renovables, que concluyó ayer en Bonn, acordaron emprender un plan para impulsar esas energías, para combatir el cambio climático y la pobreza en el mundo, informa Gonzalo Cáceres.

El plan fue complementado con una declaración política y recomendaciones para "aumentar sustancialmente y con urgencia la cuota de energías renovables". Los firmantes desean reforzar así el objetivo de la ONU de reducir a la mitad el número de personas que viven en extrema pobreza antes del 2015.